Un Trans* y la Coca-Cola en la UCM
¿Por qué refrescos?
Creo que es una manera muy visual de llegar a las personas, no todas (uso el genérico femenino porque todas somos personas) estamos preparadas para entender qué es ser trans* o incluso no sabemos cómo explicarnos o lo que es más difícil, cómo hacernos entender.
El pasado 18 de Febrero, acudí a la charla que impartió Lucca en la facultad de Bellas Artes, en la Universidad Complutense de Madrid, y tras la ponencia, que fue un completo éxito, hablando con uno de los asistentes surgió la pregunta de cómo explicar el tema del cuerpo y las personas trans*, y se me ocurrió explicárselo con latas de refresco, esta idea fue madurando en mi mente, y poco a poco fue cogiendo forma, hasta ser una metáfora muy práctica y visual para poder explicar este tema, a veces tan difícil de hacer llegar a las personas que nos rodean.
¿Comó me sentí al hablar de mi experiencia en la UCM?
Ante algo más de 500 personas me sentí bastante abrumado la verdad, sentí que era mi responsabilidad hacer llegar el mensaje que quería al máximo número de personas en la sala.
Siento que la inmensa mayoría de las veces que decido abrirme ante alguien (ya sea 1 o 1 millon) siempre, merece la pena, porque siento que la/s persona/s con las que me abro y hablo de mi intimidad, de como he logrado gestionar todo lo que me ha ido sucediendo, se llevan algo, por poco que sea, y es una sensación maravillosa saber que se está ayudando.
Reflexiones tras esta experiencia.
Una de las reflexiones fue que en las ponencias futuras, y más si dependen de mí, he de ser capaz de generar un espacio en el que las personas se sientan cómodas para poder hacer las preguntas que necesitan hacer, que sientan que es un espacio seguro en el que no van a ser juzgadas, y esto no siempre es fácil, y más si hay tantas personas en la sala.
Otra de las conclusiones que obtuve de esta experiencia fue que a la hora de la verdad llega muchísimo más un testimonio de alguien que ha pasado por ello que una ponencia/charla desde la teoría. Ojo, que el marco teórico es necesario, sienta el esquema, las bases de todo, aunque tampoco debemos olvidar que la teoría antes fue práctica, y se llegó a ella desde el observatorio de una realidad, y esta realidad siempre va a ser más cercana por el sujeto que la ha experimentado que por el mero observador de esta.
Y por supuesto a la conclusión a la que llegué es que repetiré esta experiencia todas las veces que se me ponga la oportunidad por delante, porque aprendí muchísimo de mis compañerxs y de mi mismo al enfrentarse a un miedo como era una exposición así, ante tantas personas en una de las universidades más prestigiosas de Madrid.
